Mi interés en la construcción de instrumentos populares surgió como consecuencia de mi gran afición por la música tradicional. No tuve una formación específica, por lo que mi aprendizaje fue más bien autónomo e, incluso en algunos casos, experimental. Sin embargo, no puedo decir que mi camino fuera autodidacta, ya que los cococimientos adquiridos a lo largo de la licenciatura de bellas artes en materia de escultura, volumen y artesanía fueron las bases de mi actual actividad. Haber desarrollado el pensamiento tridimensional es lo que me permite identificar y comprender las problemáticas más habituales en este tipo de procesos, aunque a veces también es necesario pasar por el método de ensayo-error para encontrar la solución apropiada. Además, cabe señalar la accesibilidad a las herramientas que siempre hubo en mi casa. Crecí con una familia construyendo cosas a mi alrededor, y eso fue fundamental a la hora de adquirir las destrezas técnicas y recursos que a día de hoy constituyen el cuerpo principal de mi trabajo.